No puedo olvidar
que no tengo alas,
que no tengo mar,
vereda ni nada
con que irte a besar.
Este molino donde
el árabe molía
parece un recuerdo
de la sangre mía,
dorado en la noche,
dorado en el día.
Versos sacados del libro
"Para niños y niñas... y otros seres curiosos"
de Miguel Hernández
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